miércoles, 9 de octubre de 2013

La valentía, entrar en acción

A veces tenemos gestos o actitudes que son consecuencia de nuestros impulsos pasionales, es importante que éstos no se impongan sobre los principios y valores que rigen nuestra vida.
Si hemos logrado evolucionar en nuestro camino de crecimiento, tendremos la capacidad y equilibrio necesarios para hacer valer nuestra voluntad y razonamiento por encima de los deseos pasionales.

La persona exitosa tiene hábitos muy estrictos, basados precisamente en sus valores.
El que fracasa es quien olvida fácilmente sus valores y se deja llevar casi siempre por sus deseos pasionales e irreflexivos.
Es común ver a la gente huir de situaciones y tareas incómodas que supongan un esfuerzo y sacrificio.
Mucho de lo que nos aflige procede de nuestra general incapacidad para soportar los esfuerzos de la vida.
A los hijos los rodeamos de lujos, comodidades, situaciones de confort y protección, se lo encuentran todo hecho, y así es como esperan encontrar su vida, es un error, la vida no esta hecha, debemos crearla nosotros.
<< Si no existieran dificultades, no habría éxitos >> Swami Vivekananda.

Es necesario recorrer el camino hacia la propia madurez, fortalecer nuestros valores y principios será el punto de apoyo.
<< Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo >> Arquímedes 

El valor no implica ausencia de miedo, sino la decisión de actuar a pesar del miedo. Nos invadirán la duda y el temor, pero no dejemos que estos sentimientos nos paralicen.
Es duro fracasar, pero peor es no haber intentado nunca el éxito.
Todo cambio que realizamos da origen a un nuevo proyecto.

¡Seamos valientes! ¡Permitamos que nuestros sueños se hagan realidad!, porque únicamente cuando hayamos dejado de lado el miedo, arriesgandonos con serenidad y convicción, se nos revelará, no sólo que los riesgos son menores de lo que imaginábamos, sino que el mayor riesgo de todos es no habernos animado a soñar.

<<Cuando una persona sabe a dónde va, el mundo se aparta para dejarla pasar>>.
                                    Orison Sweet Marden


lunes, 7 de octubre de 2013

Tengo tantas cosas por las que dar las gracias !

Cultiva una actitud de agradecimiento. 
Aprecia tus circunstancias, tus amigos, los detalles de tu vida. 
Es fácil concentrarse en lo que hemos perdido, en lo que no tenemos. Pero esto nos produce ansiedad y nos afecta emocionalmente. 
La gratitud hace lo contrario, nos proporciona buena salud y disposición serena. 
Adentrate en el hábito de ser agradecido por lo que tienes en este momento, no te centres en lo poco o lo mucho que has conseguido. 
Es un estado mental, una actitud, sé agradecido, permanece alegre.